Chacal
1971
353 páginas.
Frederick Forsyth
Sinopsis
Piloto de motocicletas, aspirante a torero en Málaga y aviador de la RAF a los diecisiete años, Frederick Forsyth ingresó muy joven en el periodismo. Enviado por la agencia Reuter a cubrir los viajes del general De Gaulle en la época de los atentados de la OAS, concibió contar un atentado desconocido: el que cometió Chacal. ¿Se trata sólo de una novela? ¿Mezcla el autor realidad y ficción? ¿Ocurrió realmente?
El Chacal ha elegido el 25 de agosto, Día de la Liberación, para realizar la más audaz y riesgosa tarea que se le haya encomendado jamás a nadie, aunque para pagársela sea necesario arrasar con todos los Bancos y joyerías de Francia. Media Europa es alterada: miles de cables telegráficos se cruzan en endiablada y frenética carrera para prevenir sin despertar sospechas, para averiguar datos, para confrontar fechas…
El apelativo de el Chacal se debe precisamente a esa ferocidad implacable, a esa astucia sutil que lo hace escurrirse entre los dedos de sus perseguidores, demostrando su brillante inteligencia y su profundo conocimiento de los hombres y sus debilidades.
No en vano esta novela ha sacudido profundamente a millones de lectores en todo el mundo.
La aventura esta dividida en tres partes, bien diferencias y con el enfoque en uno de los muchos personajes que se van a mover en distintas direcciones en la narración.
Citas:
«El inglés reflexionó unos momentos.
— Puesto que estamos hablando de una cacería, ¿qué le parecería el nombre de el Chacal? ¿Le va?»
«Ciertamente, ningún observador hubiese podido adivinar que el apacible y elegante turista inglés que removía el azúcar de su café y contemplaba los edificios durante tantas horas estaba calculando mentalmente ángulos de tiro, distancia desde los pisos altos hasta la «llama eterna» que ardía bajo el Arco, y las posibilidades que tendría un hombre de escapar bajando por una escalera de incendios y de perderse en medio de los torbellinos de la multitud.»
Comenzamos con la historia de como hemos llegado a este punto: las luchas intestinas generadas por las decisiones del presidente y los rencores que generan, ya sea por la perdida de uno o mas familiares o bien por lo que puede considerase una traición para aquellos que murieron en el frente de batalla. Sirve de pretexto no solo para extenderse y dar forma y fondo a cada uno de los personajes, o importa si son secundarios o terciarios. Al fin todos van a tener su aporte en las grandes decisiones de los protagonistas.
Así llegamos al momento crucial de contratar al asesino a sueldo, los acuerdos y desacuerdos que se llevan a cabo en un solitario hotel de Roma. La narración es detallada pero no aburrida. Estilo que se va a ver amplificado en el resto de la historia.
Citas:
«Claude Lebel era — y lo sabía — un buen policía. Siempre había sido un buen policía, lento, preciso, metódico, concienzudo. Sólo muy de vez en cuando había demostrado el rasgo de inspiración necesario para hacer de un buen policía un notable detective. Pero nunca había perdido de vista el hecho de que en la labor policial el noventa y nueve por ciento del esfuerzo es rutina, investigación desprovista de espectacularidad, comprobación y más comprobación de datos, laboriosa urdimbre de una telaraña de fragmentos, hasta que los fragmentos se convertían en un todo, el todo en una red, y la red, finalmente, cazaba al criminal, con las pruebas suficientes para llevarlo ante los tribunales y no sólo para salir en los titulares de la Prensa.»
Para la segunda parte se disfruta de la habilidad del escritor para lograr dos cosas muy importantes:
El estiramiento del tiempo, mientras que para el cazador (el servicio francés) el tiempo transcurre demasiado rápido y el sueño y las tazas de café corren demasiado aprisa y los servicios policíacos del resto del mundo trabajan contra la diferencia de horarios. Mientras que para la presa (el chacal) no hay prisas y es posible darte un paseíllo por algunas de las regiones más hermosas de los Francia.
El siguiente punto es el encadenamiento de los hechos que son una combinación de suerte (para no perder la pista y para salir corriendo del lugar lo más pronto posible) y pensamiento analítico del más alto nivel. En ambos casos, se desarrolla un sentimiento de respeto de cada lado de la ecuación. Tal pareciera que los dos contrincantes tienen la habilidad de saber que movimiento será el siguiente que dará su contraparte.
Entre los eventos fortuitos se encuentran tener una pista de un acontecimiento de hace muchos años de un comentario sin importancia, encontrar un auto perfectamente escondido porque un gorrión herido se poso en su asiento, una llamada brevemente oída pero importante y con consecuencias desastrosas, un maletín arrojado desde una altura considerable pero encontrada de manera fortuita por un campesino. Cada uno de estos eventos van seguidos irremediablemente de una investigación basada en el esfuerzo conjunto de las policías de varios países sobre todo el inglés y donde los husos horarios son otro de los inconvenientes afortunados para el asesino, porque la información llega con tiempo de retraso.
Si bien el perseguidor siempre está pisándole los talones al perseguido, irónicamente no solo llega a su destino si no que se encuentran distanciados por algo así como trescientos metros y ninguno de los dos lo sabe.
Los dos conocen sus nombres y saben que tipo de juegos están llevando a cabo, lo que no saben es que las circunstancias los hay colocado en la misma situación: uno debe cumplir con su misión si no quiere que los contratantes cobren con su vida, mientras que el policía tiene claro que si no realiza la captura su reputación y vida que se encuentra ya cerca de la jubilación serán un infierno. Así, ninguno de los dos puede dejar el juego.
También es insistente el comparativo físico entre los dos oponentes y eso se hace hasta el final de la historia.
Para la parte final...
Bueno, pues aquí vemos la otra gran habilidad del escritor: la economía en el uso de los recursos. En tan solo tres breves capítulos llegamos al final de una larga persecución que se resuelve en tan solo dos largos fragmentos. Eso si, volvemos a repetir la formula de suerte, instinto y contar con un arma automática a la mano.
Buen final, aunque como digo breve. Muy breve.
Valor 9 de 10.
Excelente trabajo en la historia y los personajes con fondo y forma.
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