Vienna Blood S01 [Reseña | Serie]

Título original
    Vienna Blood
Año
    2020
Duración
    90 min.
País
    Reino Unido Reino Unido
Dirección
    Steve Thompson (Creator), Umut Dag, Robert Dornhelm
Guion
    Steve Thompson, Frank Tallis
Música
    Roman Kariolou
Fotografía
    Han Xiaosu, Andreas Thalhammer
Reparto
    Matthew Beard, Juergen Mauer, Luise von Finckh, Jessica De Gouw, Amelia Bullmore, Oliver Stokowski, Raphael von Bargen, Simon Hatzl, Conleth Hill, Charlene McKenna, Josef Ellers, Harald Windisch, Luis Aue, Ulrich Noethen, Lukas Johne, Michael Niavarani, Ursula Strauss, Johannes Krisch, Elisa Afie Agbaglah, Maximilian Baldauf, Kristina Bangert, Kathrin Beck, Maria Bill
Productora
    Coproducción Reino Unido-Austria; Endor Productions / MR TV-Film / ZDF / Österreichischer Rundfunk (ORF). Distribuida por PBS / Red Arrow International
Género
    Intriga. Drama. Serie de TV
Sinopsis
    Max Liebermann, un estudiante de Sigmund Freud, ayuda al detective Rheinhardt en la investigación de una serie de perturbadores crímenes en la Viena del año 1900

Relación de capítulos.
01.The.Last.Seance. Un fantasma ha cometido un asesinato.
02.Queen.Of.The.Night. Huele a los asesinatos en la Rue Morgue.
03.The.Lost.Child. En una academia militar.


Citas:
«- ¿Siempre es así de irritante?
  - Te llegas a acostrumbrar.
Mirada de odio.
  - Mentira, no te acostumbras.»


Lo bueno.
El intro para cada capítulo. Hay pistas en cada una de la imágenes.

Lo mejor.
La producción y en consecuencia las vistas de la ciudad. Se aprovecha el más mínimo pretexto para mostrar planos amplios de las calles de la ciudad.
El vestuario. Los vestidos son una preciosidad de labor.
Cada uno de los capítulos es auto conclusivos: el único hilo conductor que tenemos es la vida del doctor bandeando de un lado para otro en su vida social y amorosa. Lo anterior significa que corre prisa por terminar la historia; el segundo capítulo es la historia de una serie de asesinatos indilgados a un inocente, mientras que el asesino continua «disfrutando» de su entretenimiento. El cierre es torpe, brusco y le quita el sabor al caldo.
El trabajo en equipo que el doctor y el inspector realizan para llegar a tener conclusiones: uno pregunta, el otro responde y genera una nueva pregunta que el otro trata de contestar.
El tercer capítulo, no solo cierra con maestría la historia, cuenta con un par de vueltas que hacen, hasta el momento, el caso más difícil por resolver. Aprovecha sin ningún tipo de desperdicio el tiempo que dura.

Lo malo.
Debo dejar de leer el original antes de ver una propuesta visual. El capítulo I corresponde al libro de muerte en Viena (Tomo I de los escritos de Libermann). Y me queda a deber. El guionista ha dejado muchas cosas fuera, imagino con el afán de adaptar la historia a la hora y media que dura el capítulo. Particularmente el tema de las mujeres: nos encontramos con una joven científica que recibe como herencia de su abuelo un libro de anatomía escrito por él. Quien descubre el modo de llevar a cabo el asesinato es ella y en la serie se le pasa a ... a quien necesita ser llevado de la mano para poder resolver el caso.

Quizás ...
<SPOILER>
Libermann no está seguro acerca de sus sentimientos hacia Clara, mientras que Oskar no solo está casado, está FELIZMENTE casado y es un ejemplo para el doctor. Incluso le hace varias preguntas acerca de las responsabilidades que conlleva este tipo de compromisos. No tiene hijos.

La relación del doctor con su padre es intima. Pueden confiarse entre sí sin problemas. He echado en falta el principio del libro donde padre e hijo se reúnen en un famoso café para disfrutar junto con un pastelillo mientras fuera el cielo se caía. ¿El tema? Quien se hará cargo del negocio familiar una vez que el padre ya no este.

</SPOILER>

Lejanos tambores de guerra empezaron a resonar en mi cabeza.
El alienista (libro). A la serie aun no le he podido hincar el diente. La ciudad cambia y nos vamos a Nueva York de principios del siglo pasado. Un terrible asesinato ha ocurrido: el dolo con que se ha hecho no tiene antecedentes. Las personas que perdían el sentido de la realidad (locura) se decía que estaban alineadas.

Valor 4 de 5
Disfrutable y mejora con cada capítulo.

Tomo I Muerte en Viena