Mostrando las entradas con la etiqueta 1951. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta 1951. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de mayo de 2025

Strangers On A Train [Reseña | Pelicula]

Título original
    Strangers On A Train
Año
    1951
Duración
    101 min.
País
    Estados Unidos
Dirección
    Alfred Hitchcock
Guion
    Raymond Chandler, Czenzi Ormonde. Novela: Patricia Highsmith
Música
    Dimitri Tiomkin
Fotografía
    Robert Burks (B&W)
Género
    Intriga. Thriller. Cine negro | Crimen. Trenes / Metros. Película de culto
Grupos
    Adaptaciones de Patricia Highsmith
Sinopsis
    Inspirada en la novela homónima de Patricia Higsmith. Durante un viaje en tren, Guy, un joven campeón de tenis (Farley Granger), es abordado por Bruno (Walker), un joven que conoce su vida y milagros a través de la prensa y que, inesperadamente, le propone un doble asesinato, pero intercambiando las víctimas con el fin de garantizarse recíprocamente la impunidad. Así podrían resolver sus respectivos problemas: él suprimiría a la mujer de Guy (que no quiere concederle el divorcio) y, a cambio, Guy debería asesinar al padre de Bruno para que este pudiera heredar una gran fortuna y vivir a su aire.

Vamos por partes

Citas:
«- ¿Cómo lograste convencerlo?
- ¿Convérselo? No, nunca lo tome en serio.»


Lo bueno.
Hasta la mitad de la película se respeta la narración original del libro, claro que por una economía de tiempo, se ha quitado mucho de la conversación que ocurre en el pequeño espacio que Bruno tiene en el tren, y lo ha logrado sin perdida en el contenido. Muy al estilo de Hitchcock, coloca escenas que logran hacer que la balanza de la simpatía se decante por el «pobre» protagonista Guy: le da tiempo a realizar una llamada desde la estación de trenes, hay una entrevista breve y agresiva con Miriam. Y raudo, Bruno se dedica a meter en cintura a esta última en una breve, pero efectiva caza en un parque de diversiones.

Lo mejor.
Aparece un nuevo personaje, Bárbara, la hermana oportuna e inteligente de la novia y futura esposa: hábil en su clasificación de las personas, casi de inmediato logra identificar que Bruno va a convertirse en un grano en las nalgas de la familia, a menos que pase algo y pronto.
Se agradece el trabajo de Chandler como guionista: cambia algunas cosas para agregar eventos que ni por asomo ocurren en la novela: la novia logra a base pura fuerza bruta identificar al asesino de la esposa; en lugar de un par de tablas crujientes en las escaleras del padre del Bruno, hay un gran perro mastín que logra meterle un susto al protagonista; en lugar de un asesinato a sangre fría con un arma propia y no la prestada, hay una plática «amistosas» con una sombra en la oscuridad; el protagonista es un tenista profesional exitoso, originalmente se trata de un arquitecto en ascenso, pero con reconocimiento; la familia de la novia está dedicada a la política y aparece en algunas ocasiones para mostrar el apoyo al novio, originalmente es un industrial reconocido que rara vez se deja ver por la historia.
Las actuaciones también me han gustado, adecuadas y a la altura de lo que se muestra en pantalla, no deja de tener ese tono melodramático tan propio de la época, pero se hace soportable.
Ni que decir del vestuario: me han gustado todos los trajes que Guy ofrece en cada una de sus apariciones: sacos de colores grises o negros combinados con camisas que tienen espacio para un yugo, las gabardinas largas y elegantes. Y la novia aparece en una visita al museo con una hermosa blusa blanca con un par de altas «orejas» de lo más elegante.
Me gusta más el final del libro, pero aquí, el maestro ha encontrado la manera de mantenernos pegados a la pantalla durante cuarenta minutos, usando un partido de tenis, un encendedor, el viaje lento del tren y finalmente una tragedia.



Lo malo.
Una de las partes más interesantes de la novela y que está desarrollada para que leas entre líneas, es la atracción que Bruno siente hacia Guy (uno de los motivos por los que decide que Miriam sobra), siempre se encuentra en el ambiente esa sensación de arrojo de uno hacia el otro que es más que notorio cuando el cuerpo desaparece en las frías aguas.
Otro de los detalles dejados fuera y que es muy importante, es el alcoholismo de Bruno y sus ataques de delirium tremens que sufre en las últimas páginas de la historia, siendo sustituido por desvanecimientos en los momentos más inoportunos para mostrar hacia el resto de la comunidad, esa que trata de frecuentar, pero como desconocido que es, no puede hacer.
Y aquí va la última: en la sociedad de la época, el padre de Bruno es una figura legendaria, un modelo a seguir. Bruno vive en la larga sombra de la su padre. Es Guy quien tiene que hacerse camino para que se le reconozca en la sociedad y no al revés.


Valor 8 de 10.
Buena adaptación de una buena historia.

El libro.

Más de esta película.

martes, 30 de noviembre de 2021

The Day the Earth Stood Still [Crítica | Película]

Título original
    The Day the Earth Stood Still
Año
    1951
Duración
    89 min.
País
    Estados Unidos
Dirección
    Robert Wise
Guion
    Edmund H. North. Historia: Harry Bates
Música
    Bernard Herrmann
Fotografía
    Leo Tover (B&W)
Reparto
    Michael Rennie, Patricia Neal, Hugh Marlowe, Sam Jaffe, Billy Gray, Frances Bavier, Lock Martin
Género
    Ciencia ficción. Drama | Extraterrestres. Robots
Sinopsis
    Una nave extraterrestre llega a la tierra con la misión de entregar a los hombres un importante mensaje. El mundo entero queda conmocionado el día en que, sin previo aviso, un platillo aterriza en Washington y de él sale Klaatu, un alienígena de aspecto humano acompañado de Gort, un amenazante robot. La petición que Klaatu hace a todos los gobernantes del mundo es rechazada. Así las cosas, Klaatu decide observar cómo viven los humanos y, para ello, se hospeda en la casa de una mujer (Patricia Neal), madre de un chico, con el que Klaatu entabla amistad.

Después de una hora y veinte minutos, sin contar el tiempo de los créditos finales, tenemos:

Citas:
«- Quizás un demostración pequeña sería prudente.
  - Vaya, una que sea aparatosa pero no mortal. Es algo interesante.
»

«Klaatu barada nikto.»

El robot es Gort y el extraño visitante de otro mundo es Klaatu, quien al salir de la nave espacial grita que viene en son de paz y a cambio recibe una bala en el hombro izquierdo.

Lo bueno.
La historia no se parece en nada a la original: tan solo respeta el nombre del «humano» que baja de la nave. Sin embargo, el camino por el que decidieron irse es interesante, bien ejecutado y el sabor de serie B de la época impregnan cada una de las escenas que ves: el conocimiento avanzado que muestra para las matemáticas, completando una larga ecuación; el conocimiento de la humanidad que un niño le ofrece; el paseo por los principales monumentos de la ciudad. Debo reconocer la cantidad de trabajo que hay porque si tienes en cuenta parar el tráfico de la ciudad, hacer que los camiones militares, incluyendo tanques, se muevan; y las distintas escenas de otras ciudades del mundo que son participes vía noticias de radio de que algo está pasando.


Lo mejor.
Vamos a tener un recorrido dentro de la nave espacial.
La actuación de Patricia Neal, con un poco más de espacio y tiempo, se habría convertido en el personaje principal de la historia: pasa de ser un secundario a tener el peso del drama en los últimos veinte minutos.


Lo malo.
Decidieron que quien tendrá los reflectores durante toda la historia sería Klaatu y no el robot. Me explico. En el cuento corto es el robot el que hace todo el misterio, porque el atentado contra el delgado extraterrestre fue todo lo efectivo que la sorpresa puede ser y no lo hace un militar si no un fanático religioso.
Para los tiempos en que se filmó, ya sé que es mucho pedir, pero la falta de edición es notoria en algunas escenas: cuando la secundaria colocada por las circunstancias en la protagonista es levantada por Gort, aún se ven los hilos que la sostienen con el fin de hacerle el trabajo más fácil al robot. Y eso que la escena está grabada en las sombras.
Sé que los tiempos son así: podría haber aterrizado en cualquier otro lugar, pero lo tuvo que hacer en la capital de los Estados Unidos. ¿Qué tan diferente habría sido la historia si el aterrizaje lo hubiera hecho en Centroamérica o en algún país asiático pequeño? Quizás su misión no hubiera tenido tantos dolores de cabeza.


Quizás...
<SPOILER>

A resultas que una de las «personas» más buscadas durante los últimos dos días es el extraterrestre, todo mundo está a la expectativa y con los ojos bien abiertos. Y resulta que el robot va al rescate del cuerpo que se encuentra a una distancia considerable y nadie reporta nada. Y eso que a pesar de que los militares recibieron la instrucción de no dejar pasar nada al edificio.
¿Y los cuerpos de los dos soldados abatidos por el robot?
</SPOILER>

Valor 7 de 10.
Buen trabajo de dirección y un cambio en la historia que la hace interesante.
Más información de está película.

miércoles, 24 de julio de 2019

La cosa de otro mundo [Reseña | Película]

Título original
    The Thing from Another World
Año
    1951
Duración
    87 min.
País
    Estados Unidos Estados Unidos
Dirección
    Christian Nyby, Howard Hawks
Guion
    Charles Lederer (Historia: John W. Campbell)
Música
    Dimitri Tiomkin
Fotografía
    Russell Harlan (B&W)
Reparto
    Margaret Sheridan, Kenneth Tobey, Robert Cornthwaite, Douglas Spencer, James Young, Dewey Martin, Robert Nichols, William Self, Eduard Franz, Sally Creighton, James Arness, Edmund Breon, Nicholas Byron, John Dierkes
Productora
    RKO Pictures. Productor: Howard Hawks
Género
    Ciencia ficción. Fantástico. Intriga. Terror | Extraterrestres. Serie B. Película de culto
Grupos
    La cosa Novedad
Sinopsis
    Un visitante hostil de otro planeta es detectado por una estación de radar situada en el ártico. Película de culto dentro del género, todo un clásico con excelentes interpretaciones y un insoportable suspense. Famosa cinta de ciencia-ficción en la que el productor Howard Hawks planificó y supervisó todo el rodaje.

Citas:
«Van a ser famosos. Pocas personas pueden presumir de perder un platillo volador y un marciano el mismo día» Reportero.

Me ha recordado las películas a la que me llevaban los domingos por la mañana, cuando era un niño: los buenos siempre ganan las batallas, no importa lo difícil que estás sean.
Las escenas están llenas de la mas alta «tecnología» de los años 50. Todo son interruptores, botones y pantallas que parpadean cuando es conveniente.
El invitado llega con una diferencia de horas, desde el choque hasta que las fuerzas armadas y los científicos llegan al lugar, mientras que en el libro, el choque lleva veinte millones de años.

Lo bueno:
La forma nunca se pierde: no importa que tan desesperada sea la situación. La corbata y el pelo envaselinado siguen en su lugar. De manera invariable.
Vuelta de tuerca: el visitante es una super zanahoria (de acuerdo a las palabras del reportero), no el terrible ser depredador de la narración original. Se agrega una explicación «verosímil» de parte del grupo de científicos, dando ejemplos de esta vida vegetal «inteligente» en la vida de la Tierra.
Los pobres efectos especiales tenemos que utilizar la imaginación al momento de ver la cara de sorpresa de los actores, porque las camaras nunca muestran mas allá de las mesas de trabajo.


Lo malo:
Las películas de los años 50 con corte de serie tipo B ponían especial atención a la música. Y no es que este mal, es la adecuada. Pero precisamente empieza a sonar cuando el visitante esta a punto de entrar en escena. Siento que me han robado la emoción.
Se extraña la presencia de McReady (Ver la entrada del libro). El personaje no es militar pero se mueve de manera parecida.
Encontraron una manera simple de hacer que el visitante se reproduzca para convertirse en una amenaza real.
La esencia de la narración original presenta un grupo de personas aisladas del resto del mundo, aparece un visitante venido mas allá de las estrellas (no es Buzz LightYear) que tiene la capacidad de tomar la identidad de cualquier ser vivo, la desconfianza crece por momentos, prevaleciendo la duda de quien es humano y quien un duplicado de la bestia. En está propuesta siempre hay trabajo en equipo, sonrisas y gente que ayuda a los demás a estar a salvo. Recordemos que son los años 50’s y que hay que enfrentar a un enemigo común y no es con divisiones internas como lo vamos a lograr.
Debemos sentirnos seguros, porque entre la tecnología existente y el uso de la ciencia no hay nada que no se pueda explicar y por lo tanto, resolver. Además consideremos que estamos frente al ejercito de los Estados Unidos en los años 50, han pasado pocos años desde la última gran guerra.
Así que durante todo momento, se siente un ambiente festivo y de autosuficiencia. Incluso se toman en tiempo para leer la revista que el ejercito emite pidiendo que ignoren cualquier solicitud de avistamiento OVNI porque por lo regular solo estamos ante una broma.


Entretenida y si estas buscando no pensar tratando de solucionar algún misterio.

Lejanos tambores de guerra empezaron a resonar en mi cabeza:
La ambientación me ha recordado la película de  1999 El gigante de hierro: una amenaza del espacio exterior que es enfrentada por el ejercito.
Para identificar la cercanía del visitante se utiliza un contador de radiación muy parecido al que se utiliza en la película Aliens.

El libro en esta liga 

La versión de 1982

Precuela de 2011 

Valor 4/5

Paprika [Reseña | Libro]

 Paprika Yasutaka Tsutsui 337 páginas. 1993 Sinopsis En el Instituto de Investigación Psiquiátrica de Tokio está en desarrollo una tecnologí...