Título original
The Dead Center
Año
2019
Duración
93 min.
País
Estados Unidos
Dirección
Billy Senese
Guion
Billy Senese
Música
Jordan Lehning
Fotografía
Andy Duensing
Género
Thriller. Drama. Terror | Thriller psicológico
Sinopsis
El estado mental de un psiquiatra es puesto a prueba y llevado al límite cuando un paciente que sufre amnesia insiste en que ha muerto y ha traído consigo algo "terrible" del otro mundo.
Citas:
«TODOS van a morir y nada puede evitarlo.»
Lo bueno.
Los pocos efectos de maquillaje que aparecen son buenos, a menos que no sean efectos de maquillaje: en la mesa de autopsias, los huesos y las heridas se ven muy reales.
El personaje principal: tiene que hacer frente a su descubrimiento solo y solo va a tener que resolver como evitar que el contenedor humano que tiene por paciente consiga llevarse a más personas a... donde quiera que se las lleve. Y para conseguirlo va a tener que hacer muchas cosas ilegales para conseguir mantener a raya al enemigo invisible, si es que tiene alguna oportunidad para triunfar.
Lo mejor.
No aplica efectos especiales apantalladores, tan solo un cámara que se acerca y se aleja de manera errática; gritos que se oyen con voz en off que no sabes de quién son y que no lo quieres saber; cuerpos que tiemblan sin saber por qué...
Hay dos arcos argumentales que se mueven paralelos (y, por lo tanto, sabes que van a chocar, si o si): el psiquiatra que pretende ayudar a todo mundo, pero que no puede ayudarse a sí mismo y el investigador forense que perdió un cuerpo y que se dedica a recopilar evidencias circunstanciales (no pretendía encontrar nada). Mientras que la información se va completando en la cabeza del espectador, para los protagonistas todo está incompleto y no sabe que es lo que van a encontrar al final de la búsqueda.
Los últimos quince minutos con sus persecuciones y enfrentamientos claramente perdidos, aun antes de empezar.
Lo malo.
La historia se distrae un poco (nada, en verdad) explicando la difícil relación del psiquiatra y su jefa; como afecta la vida matrimonial de la segunda porque no sabe que hacer con lo que tiene en la cabeza, porque el alcohol no es soporte suficiente para acomodarlo.
Final abierto, lo puedes interpretar de muchas maneras, eso sí, no es un final Disney.
Luces estrobo en mi cabeza.
Te dejó por aquí un libro que relata las «hazañas» del personaje que habita en la boca del muerto.
En El Rey de Amarillo. Relatos macabros y terroríficos –título que hace referencia a una obra imaginaria, «El Rey de Amarillo», cuya lectura provoca estupor, locura y tragedia espectral, y de la que el Necronomicón lovecraftiano es deudor– hemos seleccionado los cinco relatos de corte fantástico de la colección original (dejando de lado los que no lo son): La máscara, En el Pasaje del Dragón, El Reparador de Reputaciones, La demoiselle d’Ys y, el más famoso, El Signo Amarillo –obra maestra del cuento macabro de suspense, con un final escalofriante– . El volumen se completa con El Creador de Lunas y Una velada placentera, procedentes de «The Maker of Moons» (1896); y El Emperador Púrpura, El Mensajero y La Llave del Dolor, de «The Mystery of Choice» (1897). En estos relatos, precursores de los Mitos de Chtulhu, se respira una atmósfera eminentemente pesadillesca, alucinatoria y onírica. El Rey de Amarillo. Relatos macabros y terroríficos invoca un mundo de caos y perdición, fascinante y repugnante al tiempo, que nos recuerda algunas obras de Meyrink e incluso del propio Kafka.
Valor 6 de 10
Entretenida, pero no vas a recordarla de aquí a dos semanas.
Más información de esta película.
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