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sábado, 25 de enero de 2025

The Day of the Jackal [Reseña | Pelicula]

Título original
    The Day of the Jackal
Año
    1973
Duración
    141 min.
País
    Reino Unido
Dirección
    Fred Zinnemann
Guion
    Kenneth Ross. Novela: Frederick Forsyth
Música
    Georges Delerue
Fotografía
    Jean Tournier
Género
    Intriga | Crimen. Policíaco. Años 60
Sinopsis
    Año 1963. Chacal, un prestigioso asesino a sueldo cuya verdadera identidad nadie conoce, ha sido contratado por la OAS para llevar a cabo una arriesgada misión: asesinar al Presidente de la República Francesa, el general Charles De Gaulle. La novia de un paracaidista ejecutado por su pertenencia a la OAS es la encargada de proporcionar información sobre los movimientos del Presidente gracias a su relación con un miembro del servicio de seguridad de De Gaulle.


Citas:
«No somos terroristas, como usted comprenderá. Somos patriotas.»
«Nos han asignado un trabajo y no tenemos más remedio que hacerlo.»

Lo bueno.
Se toma su tiempo para contar la historia, la película se lleva sus buenas dos horas y veinte minutos. Y no es para menos, lo que ambos personajes tienen que hacer para la que historia se mueva hacia adelante no es cosa menor.
Uno de los detalles más difíciles de llevar a cabo es la elasticidad del tiempo: mientras que para uno de los bandos (el que busca) el tiempo se acorta de manera inexorable, para el asesino el tiempo pasa demasiado lento, se da el gusto de buscar a su amante de ocasión y dedicarle un buen rato.


Lo mejor.
Es lo más fiel posible al libro y eso es de agradecer. El último de los ataques perpetrados contra el presidente y su malogrado fin; tenemos a un inglés de buen porte con una elegancia característica; la investigación que realiza en la biblioteca para identificar el cómo, cuando y donde; la entrevista y acuerdos a los que llega con el armero; las trampas que el falsificador comete...
Las actuaciones también son para recordar: las dos contrapartes principales (el asesino y el inspector) no pueden ser los más distintos uno del otro y es una idea que de manera constante se ve en todo momento.
La fotografía es otro punto a favor: las escenas campestres en el auto deportivo por las carreteras cuesta arriba o cuesta abajo (rara vez en terreno plano); las imágenes del desfile; los soldados haciendo sus ejercicios...
El final es rápido y contundente. Además de lleno de coincidencias: la pregunta casual a uno de tantos guardias, el comentario hecho como si nada; la ventana abierta...


Lo malo.
Los franceses hablan en inglés (todo el tiempo).
En un intento de hacer que las dos horas y veinte minutos duren lo suficiente, hacen que el Chacal haga y diga cosas de tal manera que ya ha pensado muy bien como llevar a cabo el trabajo: en las negociaciones deja claro que conoce la problemática; en la búsqueda del primer pasaporte (de un total de tres) se salta la plática con el párroco para visitar de manera inmediata una tumba adecuada; ya tiene el modelo del rifle antes de hacer la visita al armero (en la novela, el modelo sale durante la plática con él, porque hay detalles que él desconoce de las armas); Kowalski, el polaco por donde todo comienza a filtrarse y que está descrito como una bestia bruta de dos metros de altura, no presenta la más mínima batalla al momento de ser «abducido», no se ven los huesos y cabezas rotas de los secuestradores y las malas condiciones físicas en las que queda el viejo legionario, condiciones que no hacen que el interrogatorio sea fácil.
El alias del pistolero es identificado por la inteligencia inglesa, no por la francesa.
Los últimos veinte minutos la cámara se dedica a pasearnos por las calles aledañas del evento, incluso formamos parte de la congregación que toma misa con el presidente, vemos el desfile militar en las calles y el aire.

Aquí el libro.
Valor 8 de 10.
Buena realización de un buen libro.

Más información de esta película.

lunes, 2 de diciembre de 2024

Chacal [Libro | Reseña]

 Chacal
1971
353 páginas.
Frederick Forsyth


Sinopsis
Piloto de motocicletas, aspirante a torero en Málaga y aviador de la RAF a los diecisiete años, Frederick Forsyth ingresó muy joven en el periodismo. Enviado por la agencia Reuter a cubrir los viajes del general De Gaulle en la época de los atentados de la OAS, concibió contar un atentado desconocido: el que cometió Chacal. ¿Se trata sólo de una novela? ¿Mezcla el autor realidad y ficción? ¿Ocurrió realmente?
El Chacal ha elegido el 25 de agosto, Día de la Liberación, para realizar la más audaz y riesgosa tarea que se le haya encomendado jamás a nadie, aunque para pagársela sea necesario arrasar con todos los Bancos y joyerías de Francia. Media Europa es alterada: miles de cables telegráficos se cruzan en endiablada y frenética carrera para prevenir sin despertar sospechas, para averiguar datos, para confrontar fechas…
El apelativo de el Chacal se debe precisamente a esa ferocidad implacable, a esa astucia sutil que lo hace escurrirse entre los dedos de sus perseguidores, demostrando su brillante inteligencia y su profundo conocimiento de los hombres y sus debilidades.
No en vano esta novela ha sacudido profundamente a millones de lectores en todo el mundo.


La aventura esta dividida en tres partes, bien diferencias y con el enfoque en uno de los muchos personajes que se van a mover en distintas direcciones en la narración.

Citas:
«El inglés reflexionó unos momentos.
— Puesto que estamos hablando de una cacería, ¿qué le parecería el nombre de el Chacal? ¿Le va?»

«Ciertamente, ningún observador hubiese podido adivinar que el apacible y elegante turista inglés que removía el azúcar de su café y contemplaba los edificios durante tantas horas estaba calculando mentalmente ángulos de tiro, distancia desde los pisos altos hasta la «llama eterna» que ardía bajo el Arco, y las posibilidades que tendría un hombre de escapar bajando por una escalera de incendios y de perderse en medio de los torbellinos de la multitud.»

Comenzamos con la historia de como hemos llegado a este punto: las luchas intestinas generadas por las decisiones del presidente y los rencores que generan, ya sea por la perdida de uno o mas familiares o bien por lo que puede considerase una traición para aquellos que murieron en el frente de batalla. Sirve de pretexto no solo para extenderse y dar forma y fondo a cada uno de los personajes, o importa si son secundarios o terciarios. Al fin todos van a tener su aporte en las grandes decisiones de los protagonistas.

Así llegamos al momento crucial de contratar al asesino a sueldo, los acuerdos y desacuerdos que se llevan a cabo en un solitario hotel de Roma. La narración es detallada pero no aburrida. Estilo que se va a ver amplificado en el resto de la historia.

Citas:
«Claude Lebel era — y lo sabía — un buen policía. Siempre había sido un buen policía, lento, preciso, metódico, concienzudo. Sólo muy de vez en cuando había demostrado el rasgo de inspiración necesario para hacer de un buen policía un notable detective. Pero nunca había perdido de vista el hecho de que en la labor policial el noventa y nueve por ciento del esfuerzo es rutina, investigación desprovista de espectacularidad, comprobación y más comprobación de datos, laboriosa urdimbre de una telaraña de fragmentos, hasta que los fragmentos se convertían en un todo, el todo en una red, y la red, finalmente, cazaba al criminal, con las pruebas suficientes para llevarlo ante los tribunales y no sólo para salir en los titulares de la Prensa.»

Para la segunda parte se disfruta de la habilidad del escritor para lograr dos cosas muy importantes:
El estiramiento del tiempo, mientras que para el cazador (el servicio francés) el tiempo transcurre demasiado rápido y el sueño y las tazas de café corren demasiado aprisa y los servicios policíacos del resto del mundo trabajan contra la diferencia de horarios. Mientras que para la presa (el chacal) no hay prisas y es posible darte un paseíllo por algunas de las regiones más hermosas de los Francia.
El siguiente punto es el encadenamiento de los hechos que son una combinación de suerte (para no perder la pista y para salir corriendo del lugar lo más pronto posible) y pensamiento analítico del más alto nivel. En ambos casos, se desarrolla un sentimiento de respeto de cada lado de la ecuación. Tal pareciera que los dos contrincantes tienen la habilidad de saber que movimiento será el siguiente que dará su contraparte.
Entre los eventos fortuitos se encuentran tener una pista de un acontecimiento de hace muchos años de un comentario sin importancia, encontrar un auto perfectamente escondido porque un gorrión herido se poso en su asiento, una llamada brevemente oída pero importante y con consecuencias desastrosas, un maletín arrojado desde una altura considerable pero encontrada de manera fortuita por un campesino. Cada uno de estos eventos van seguidos irremediablemente de una investigación basada en el esfuerzo conjunto de las policías de varios países sobre todo el inglés y donde los husos horarios son otro de los inconvenientes afortunados para el asesino, porque la información llega con tiempo de retraso.
Si bien el perseguidor siempre está pisándole los talones al perseguido, irónicamente no solo llega a su destino si no que se encuentran distanciados por algo así como trescientos metros y ninguno de los dos lo sabe.
Los dos conocen sus nombres y saben que tipo de juegos están llevando a cabo, lo que no saben es que las circunstancias los hay colocado en la misma situación: uno debe cumplir con su misión si no quiere que los contratantes cobren con su vida, mientras que el policía tiene claro que si no realiza la captura su reputación y vida que se encuentra ya cerca de la jubilación serán un infierno. Así, ninguno de los dos puede dejar el juego.
También es insistente el comparativo físico entre los dos oponentes y eso se hace hasta el final de la historia.

Para la parte final...

Bueno, pues aquí vemos la otra gran habilidad del escritor: la economía en el uso de los recursos. En tan solo tres breves capítulos llegamos al final de una larga persecución que se resuelve en tan solo dos largos fragmentos. Eso si, volvemos a repetir la formula de suerte, instinto y contar con un arma automática a la mano.
Buen final, aunque como digo breve. Muy breve.

Valor 9 de 10.
Excelente trabajo en la historia y los personajes con fondo y forma.

Más información de este libro.

Paprika [Reseña | Libro]

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