Triangle [Reseña | Película]

Título original
    Triangle
Año
    2009
Duración
    99 min.
País
    Australia Australia
Dirección
    Christopher Smith
Guion
    Christopher Smith
Música
    Christian Henson
Fotografía
    Robert Humphreys
Reparto
    Melissa George, Liam Hemsworth, Rachael Carpani, Emma Lung, Michael Dorman, Henry Nixon
Productora
    Icon Entertainment International
Género
    Intriga. Terror. Thriller. Fantástico | Thriller psicológico
Sinopsis
    Cuando Jess, de camino al puerto, atropella a una gaviota, no se imagina que se trata de un mal presagio. Cuando llega al yate, donde lo espera un grupo de amigos, nota que algo va mal, pero no acierta a saber por qué. Sus temores se acrecientan cuando se desencadena una tormenta que obliga al grupo a abandonar el yate para subir a otro barco, en el que Jess tiene la sensación de haber estado antes. El barco parece desierto, pero no están solos. Alguien los está cazando uno a uno. Y Jess, sin saberlo, tiene la llave que puede acabar ese horror.

Citas:
«Engaño a la muerte. Le hizo una promesa que no cumplió.»

Lo bueno.
Las actuaciones. Si está no fuera una película olvidada, seguramente Melissa George se hubiera llevado algún premio. Esas caras de desesperación no son fáciles de hacer parecer creíbles.
La producción es más que adecuada: el detallado dentro de buque, el vestuario.
La duración. Solo hora y treinta minutos para llevarte a un viaje alucinante y que tienes perdido de antemano. Juegas con las cartas marcadas.

Lo mejor.
Definitivamente, la historia. Los viajes en el tiempo tienen su gracia, y los bucles temporales un grado más de complejidad. Si no se tiene claro en donde quieres que tu personaje «aterricé» con toda seguridad vas a tener un historia incomprensible, con muchos huecos por llenar y con situaciones absurdas que no tienen explicación.
Todos y cada uno de los ciclos (que se van mordiendo la cola con el anterior) tienen un resultado que agrega más y más complejidad.
Uno de los personajes nos da una pista, que se encuentra en una de las salas del trasatlántico, representado en un cuadro a la entrada. Sísifo, que es conocido por su castigo: empujar cuesta arriba por una montaña una piedra que, antes de llegar a la cima, volvía a rodar hacia abajo, repitiéndose una y otra vez el frustrante y absurdo proceso. El por que del castigo no se explica, pero se da a entender que era más que merecido. Era hijo de Eolo, dios de los vientos, nombre del barco que los recoge.
Los últimos veinte minutos son los mejores. Cuando piensas que tienes la solución a tú alcance, una gaviota te demuestra que solo estás empezando (de nuevo).

Lo malo.
El final tiene moraleja. ¿Cómo es que entraste en está situación? Porque cada uno de tus actos tiene una consecuencia y tienes que pagar un precio, hasta que entiendas.

Lejanos tambores de guerra empezaron a resonar en mi cabeza.
El libro la edad de oro de la ciencia ficción (1940) contiene el cuento definitivo de las paradojas temporales. Por sus propios medios, de Robert A. Heinlein. Lo que viste en la película, lo lees aquí. El personaje toma decisiones que lo ponen en situaciones que le obligan a comprobar quien está del otro «lado», y ese otro lado es el mismo, con la consecuencia de que la paranoia se va filtrando poco a poco en su cabeza.

El increíble hombre menguante (1957) de Richard Matheson. Nuestro personaje se encuentra disfrutando de un delicioso viaje en barco con su esposa. En el momento de pedirle una bebida fresca, una extraña tormenta se hace presente, rociando de manera breve y contundente a la única persona que se encuentra en la cubierta. A partir de este momento poco a poco pero de manera inexorable va perdiendo estatura.

Valor 5 de 5
Imperdible.