Event Horizon [Crítica | Película]

Título original
    Event Horizon
Año
    1997
Duración
    96 min.
País
    Reino Unido
Dirección
    Paul W.S. Anderson
Guion
    Philip Eisner
Música
    Michael Kamen
Fotografía
    Adrian Biddle
Reparto
    Laurence Fishburne, Sam Neill, Kathleen Quinlan, Joely Richardson, Jason Isaacs, Peter Marinker, Jack Noseworthy, Richard T. Jones, Sean Pertwee, Holley Chant, Noah Huntley, Emily Booth, Robert Jezek, Barclay Wright
Género
    Ciencia ficción. Terror | Aventura espacial
Sinopsis
    En el año 2047, la nave de rescate "Lewis and Clark" es enviada a investigar la misteriosa reaparición en la órbita de Neptuno de una nave experimental, la "Horizonte Final", desaparecida años antes con toda su tripulación. En el año 2040, la nave "Horizonte Final" fue lanzada al espacio para explorar los confines del universo, pero desapareció sin dejar rastro. Mientras la misión de rescate intenta averiguar cuál ha sido el destino de los desaparecidos, a bordo de la nave tienen lugar extraños sucesos.

Después de una hora y treinta minutos tenemos:

Citas:
« - Es hora de volver.
   - Ya se: al infierno.
   - La realidad es mucho peor.»

Lo bueno.
La música. Los dos minutos que duran los créditos iniciales son de lo mejor. Tiene ese regusto a electrónica de los ya idos años 80’s.
La idea de pasar una casa encantada al espacio es interesante. Curiosamente las naves espaciales solo cubren dos característica: o son espacios blancos y llenos de luz, entonces estas frente a una película de aventuras y acción; pero si es una nave con paredes grises y lleno de sombras, entonces vas a ver una propuesta de terror. Aquí ocurre una interesante mezcla de una nave luminosa con fantasmas personalizados. Incluye luces y truenos dentro de la nave, como si en algún momento fuera a soltarse una lluvia intensa.

Lo mejor.
Los efectos especiales. Está claro que está es una producción en la que hubo el dinero suficiente y que le dedicaron el tiempo necesario para crear no solo la ambientación exterior, también dentro de las naves. Sobre todo no escatimaron en la creación del motor de la nave principal.
Las actuaciones de Neil y Fishburne. Funciona y muy bien. Se nota la quimica entre el que pretende mantener a salvo a su tripulación y el que ya no tiene nada que perder, porque ya lo dio todo.


Lo malo.
El final queda abierto.

Quizás.
<SPOILER>
El creador de la máquina que pretende ir más rápido que la velocidad de la luz necesita que el médico de abordo le explique porque es necesario que se le inyecte antes de entrar al tanque y poder realizar el viaje.
Me parece curioso que solo la parte que sirve de salvavidas no se lleve un fantasma escondido, finalmente la nave principal fue y regreso completa, no por secciones. Quizás la escena final que muestra la manera como despiertan de las cámaras de sueño confirme la idea de que no regresaron solos.
¿Dónde quedo el cuerpo de la asistente de ingeniería que encontró el doctor Wellis?
Cuando termino la película me quede pensando porque la nave no tomo rumbo a la Tierra, seguro se sabe el camino. ¿porque tuvo que esperar a que la transmisión de ayuda que emitió fuera respondida? Podría no haber sido escuchada nunca.
</SPOILER>

Luces estrobo en mi cabeza.
Película Hellraiser (Barker, 1987). Frank Cotton, un hombre joven, violento y ambicioso adquiere una caja china procedente de un bazar oriental y dotada de poderes. Según antiguas leyendas, es una especie de puerta a seres de otra dimensión. Al abrirla, Cotton convoca a estas criaturas procedentes de un infierno fantástico, pero éstas sólo le infringirán tormentos hasta acabar con él. Veinte años después, dos nuevos inquilinos se instalan en la vieja casa de Frank: su hermano y su esposa.
Las marcas en la cara del creador de la nave recuerdan a Pinhead, lo mismo que algunos detalles de la nave madre parecen una copia del mundo donde viven los Cenobitas y finalmente, los tormentos a los que la tripulación son sometidos, son iguales a los de la película.

Valor 7de 10.
Entretenida y bien producida.
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