domingo, 19 de diciembre de 2021

The Awakening [Crítica | Película]

Título original
    The Awakening
Año
    2011
Duración
    107 min.
País
    Reino Unido
Dirección
    Nick Murphy
Guion
    Nick Murphy, Stephen Volk
Música
    Daniel Pemberton
Fotografía
    Eduard Grau
Reparto
    Rebecca Hall, Dominic West, Imelda Staunton, Isaac Hempstead Wright, John Shrapnel
Género
    Thriller. Fantástico. Terror | Casas encantadas. Fantasmas. Sobrenatural. Años 20
Sinopsis
    En 1921, después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), una escéptica mujer viaja hasta un internado para investigar una aparente posesión. Justo cuando cree que ha desacreditado la teoría del espíritu maligno, tendrá un espectral encuentro que desafiará todas sus creencias racionales.

Después de una hora y cuarenta minutos quitando los créditos finales, tenemos:

Citas:
«Es tiempo de fantasmas.»
«Tengo miedo y no puedo vivir con eso.»
«Nunca es tan oscuro como cuando mantenemos los ojos cerrados.»
«Mientras tengas una vida atormentada, también serás un fantasma a los ojos de los que ya no están.»
«Deja de verlos... no es lo mismo que olvidarlos.»

Lo bueno.
La actuación de Hall. Una mujer llena de recursos y motivada para encontrar la respuesta (esa que ella está buscando) en medio de la charlatanería que a principios del siglo XX promovía la veracidad de la vida después de la muerte. Muy al estilo de Haudini. Así que entre su habilidades están utilizar los complejos aparatos de medición de la época, colocar trampas elaboradas en donde se requiere y crear un cuarto oscuro para revelar fotos con cámaras hechas especialmente para la ocasión.
La actuación de Imelda Staunton. Nadie más cerca y al mismo tiempo más lejos del drama que se desarrolla en la casa, un personaje que se mueve en las sombras, con la mejor intención.


Lo mejor.
Lo fotografía exterior, los enormes planos de un triste grises que contrasta con la eterna niebla que parece nunca va a levantar, mientras un majestuoso edificio se levanta solo e imponente en la campiña.
La ambientación está muy bien realizada: los exteriores, el interior de la casa con infinidad de espacios ocultos entre las paredes, grandes habitaciones que se conectan entre sí; no es necesario que se desate una tormenta para sentir escalofríos en la espalda.
Los últimos veinte minutos son los mejores: tienen sentido las pistas que se van dejando caer en algunas escenas (solo que no sabes que son pistas), la historia cobra sentido o fondo cuando llega el pasado como si fuera un tren llegando a estación terminal: lenta pero inexorable; eres testigo de primera mano, no solo de la desgracia, también de las razones por las que los secundarios toman las decisiones que los dejan en el camino.


Lo malo.
Por la misma trama, hay dos secundarios que se quedan sin desarrollar a fondo: el ama de llaves y el chofer. Ambos resultan ser de primera importancia, la primera para el final de la historia y el segundo para hacer que el drama acelere su desenlace.


Luces estrobo en mi cabeza.
Película  The Night House (Bruckner, 2020). Mientras intenta superar la inesperada muerte de su marido, Beth (Rebecca Hall) se queda a solas en una casa cerca de un lago especialmente diseñada para ella. Aunque hace todo lo posible por no perder la cordura, los sueños no tardan en aparecer. Las perturbadoras visiones de una presencia que llama por ella en la casa comienzan a ser cada vez más frecuentes. De la misma actriz, otra vez en una casa encantada, en la época actual.


Valor 7 de 10.
Entretenida, bien contada y desarrollada.

Más información de está película.

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