Título original
Kuime
Año
2014
Duración
111 min.
País
Japón
Dirección
Takashi Miike
Guion
Kikumi Yamagishi
Música
Kôji Endô
Fotografía
Nobuyasu Kita
Reparto
Kou Shibasaki, Ebizo Ichikawa, Hitomi Katayama, Ikkô Furuya, Hideaki Ito, Toshie Negishi, Hiroshi Katsuno, Miho Nakanishi
Género
Drama. Terror | Drama psicológico. Sobrenatural. Fantasmas. Teatro
Sinopsis
Un grupo de teatro ensaya un clásico de misterio, en el que la traición y la venganza ocupan un lugar central. La vida entre bastidores se verá salpicada de sangre cuando lo fantasmagórico abandone la ficción e irrumpa con terribles consecuencias en la realidad.
Después de hora y cincuenta minutos son contar los créditos finales, tenemos:
Citas:
«El símbolo del ying y el yang. Donde hay luz hay sombra.»
«No soy digna de ti.»
De toda la vida me ha costado entender a los demonios y fantasmas asiáticos, muy lejanos de los parientes occidentales que están enfocados en tomar venganza y saben muy bien contra quien. En cambio estos fantasmas son vengativos porque sí, porque estabas en el lugar equivocado y en el momento equivocado.
Lo bueno.
La fotografía. Este es uno de los pilares donde la historia se soporta y es donde el testigo pierde el piso muy fácilmente.
El vestuario. Como es una obra de teatro, no hay más que ver el acabado de cada uno de los trajes que portan el samurái, su esposa o la joven cortesana.
Lo mejor.
La dedicación del director es visible en cada uno de los fotogramas que hay cuando se trata de la obra de teatro, para después saltar a la vida «real». Llegado el momento (muy oportuno, hay que decirlo) comienza a hacer una extraña mezcla donde los personajes (los de la obra de teatro y los de la vida real); los escenarios (esas constantes vueltas de un escenario circular perfectamente decorado y la limpieza de la casa) y la historia donde si al principio es muy fácil identificar cuando es la realidad, al final de la misma y mediante gasas vaporosas es no difícil, si no imposible saber en qué momento de la narración estamos: antes del nudo, después o acaso ya todo ha terminado y solo por amabilidad, el director nos muestra que fue de los personajes.
Lo malo.
Es una historia que se cose a fuego lento, se toma su tiempo para que los protagonistas demuestren lo mal que se están llevando, lo malo de la vida conyugal y la toma de oportunidades que no se dejan pasar y claro está, las previsibles consecuencias de los actos.
El final podría haber sido más sangriento.
Valor 7 de 10.
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