domingo, 16 de enero de 2022

Vampiros [Libro | Reseña]

 Vampiros
Colección El ojo sin párpado XLVI
Varios Autores.
1992.


Sinopsis
La figura del vampiro pertenece al imaginario universal, casi como un arquetipo junguiano que esté vinculado al ser humano desde el principio de nuestra existencia.
Ésta es una de las más completas antologías sobre vampiros que se haya realizado y publicado en español, reuniendo en un sólo libro, y con un vehemente prólogo/epílogo de Jacobo Siruela, un conjunto de relatos del siglo XIX hasta los comienzos del XX que plasman toda esa sub cultura que ha nacido de las leyendas y mitos que tanto atraen con esa mezcla de lo prohibido, que nos turba pero al mismo tiempo resulta irresistible.


Cómo siempre que se trata de una compilación de cuentos, la clasificación es la siguiente:

No pierdas el tiempo (*)
Entretenido (**)
Imperdible (***)

01.- Johann Wolfgang Goethe. La novia de Corinto (1797)(**)
Este es un poema con dos versiones: la original en alemán y la traducción al español.
Un joven enamorado se ve sacudido por un torbellino de sensualidad del que es imposible escapar. La caída le costará, claro está, de que otra manera podría ser, la vida y su alma inmortal.


02. Johann Ludwig Tieck. No despierten a los muertos (1800)(**).
Citas:
«Una noche, estando tendido en la yerba, entregado a su habitual tristeza, entró en este campo de la muerte un brujo de las montañas vecinas a recoger, para sus hechizos misteriosos, ciertas yerbas que sólo se crían en la tierra donde descansan los muertos, y que, como última producción de la mortalidad, están dotadas de poderoso y sobrenatural influjo. Vio el brujo al doliente, y se acercó a donde yacía.»

Swanhilda es una bella joven que atrae la mirada de nuestro protagonista, quien como por arte de magia logra hacerse su mujer. Pero no todo es felicidad, los dioses son malévolos y colocan una tentación que difícilmente podrá ser ignorada. La vida sigue y es el deseo el que despierta al monstruo, que anteriormente era la pareja para toda la vida. La venganza incluye a los hijos y todo podría darse por perdido, de no ser porque la ayuda llega en forma de un brujo, que sabe contra que se enfrentan y cuál es el remedio.

03. John William Polidori. El Vampiro (1819)(**).
Citas:
«SUCEDIÓ que en el curso de las diversiones que tuvieron lugar un invierno en Londres, apareció en varias fiestas de la sociedad que marcaba el tono un noble que destacaba más por sus peculiaridades que por su rango. Observaba la alegría a su alrededor como si no pudiese participar en ella.»

Este es uno de esas lecturas de las que oyes mucho, de las que arma un alboroto tal que solo te queda decir que lo tienes que leer antes de morir. No es posible que no le des un paseo de la mano un día de domingo por el parque.
Y lo mismo que me ocurrió con El guardián en el centeno de Salander, deja vu. Lo he encontrado con mucho ruido y pocas nueces. Es más interesante la historia (que se le dedica un rato) de la tensa relación entre Byron y Polidori; que fue lo que paso en esa memorable noche de competencia y que fue de la vida del médico dedicado a escritor.
Contado en tercera persona, tenemos la historia de Aubrey, quien a su vez tiene una hermana que está previa a entrar a la edad casadera.
Tenemos la constante presencia de un vampiro almidonado y de alta alcurnia: lord Ruthven, que tiene la facilidad de moverse entre las jóvenes de la sociedad; armado con una lengua de plata y unos grandes colmillos, las jóvenes aristócratas poco a poco van muriendo. Incluso algunas de ellas, son presentadas directamente por los padres al extranjero.
Una vez que Aubrey se da cuenta del tipo de monstruo al que se enfrenta, la persecución y lucha se llevan fuera de la civilización. Curiosamente, el lord es encontrado por una bala en una emboscada realizada por bandidos de la zona y es una promesa de honor la que cobra la vida del protagonista.

04. E. T. A. Hoffmann. Vampirismo (1821) (**)
Citas:
«Para mí, la Mendiga de Locarno, de Kleist, contiene en sí todo el horror que se pueda dar y, sin embargo, ¡qué simple es la idea! Una pordiosera a la que se manda tras la estufa con rudeza, como a un perro, y que, tras haber fallecido, se arrastra a tientas tras la estufa y se tiende en la paja, sin que nadie vea nada. Y, sin embargo, es el fantástico tono general lo que produce ese efecto tan intenso. Kleist no sólo supo mojar su pincel en cada uno de los tarros de pigmentos, sino también crear, como ninguno, un cuadro vivo, aplicando los colores con la fuerza y genialidad del maestro más perfecto. No necesitaba hacer surgir de la tumba a un vampiro, le bastaba con una pordiosera.»

Tenemos una reunión bohemia de un grupo de amigos, donde las bebidas espirituosas son el compañero infaltable (al lado izquierdo) y las anécdotas le hacen segunda (al lado derecho).
Para lograr una mejor ambientación, se hace que se baje la luz y alguno de los participantes inicia:
«Hace algún tiempo en aquel lugar donde los bosques se visten de pinos... »
Narración tras narración se va consumiendo el tiempo, hasta que llega el último participante. Su historia, claro tiene que ver con vampiros, aunque parece que no lo fuera.
Una antigua condesa tiene por hija una hermosa doncella a la que maltrata. Cansada de esta vida, trata de escapar varias veces, sin conseguirlo.
Mientras su madre ha encontrado un nuevo amante a quien mete en la casa, la joven aristócrata venida a menos sigue buscando la manera de salir. Hay un pequeño intermedio que hace parecer la historia de detectives: sospechosos del crimen, búsqueda de pistas y arrestos por parte de la fuerza armada, son solo el interludio para lo que vendrá después: la presencia de un monstruo que vive de chupar la sangre de sus ingenuas víctimas.


05. Edgar Allan Poe. Berenice(1833) (***)
Citas:
«Éramos primos Berenice y yo, y nos criamos juntos en la casa de mis mayores. Sin embargo, crecimos de manera muy diferente: yo, enfermizo y hundido en la melancolía; ella, ágil, graciosa y rebosante de vigor; lo suyo era recorrer la falda del monte; lo mío, los estudios del claustro… Yo, viviendo encerrado en mi propio corazón y dedicado en cuerpo y alma a la más intensa y dolorosa meditación; ella, vagando despreocupada de la vida, sin dedicar un solo pensamiento a las sombras de su sendero o al vuelo silencioso de las horas. »

Vamos con un peso pesado de las narraciones fantásticas y llenas de sangre.
Berenice se muestra como una damisela todo sonrisas y vida despreocupada. Hasta que la desgracia le lleva a la tumba. En el camino el primo «incomodo» comienza a tener visiones: algo está pasando en el ataúd de la doncella, que no logra mantener la tapa cerrada y el ataúd aprisionado el cuerpo.
Debo tomar una decisión: seguir aguantando los continuos terrores que estás visiones le dan a cualquier hora del día o tratar de aclarar el misterio.
El cuento termina con una pala recargada en la pared que se encuentra detrás de la puerta, las manos y zapatos llenos de lodo de la tierra del cementerio, con nuestro protagonista abriendo los ojos porque no sabe a motivo de porque los criados y sirvientes varios lo ven con ojos desorbitados.


06. Alexei Tolstoi. La familia del Vurdalak (c. 1840) (***)
Citas:
«Los vurdalaks chupan la sangre preferentemente a sus familiares más allegados y a sus amigos más íntimos, los cuales, al morir, se convierten en vampiros a su vez; de manera que se dice que en Bosnia y en Hungría hay pueblos enteros convertidos en vurdalaks.»

Está es una de las mejores historias del libro, sobre todo por la agilidad del estilo, con el detalle de ser uno de los cuentos más largos por los largos diálogos caballerescos que el narrador dice cada dos por tres.
Un viejo soldado se encuentra en una fiesta, donde se le pide que cuente una historia.
Hace que vayamos varios años atrás, a una de sus primeras misiones, de carácter tan importante que si no es cumplida en el tiempo y la manera correcta, puede iniciar una guerra. Y nadie quiere eso.
En una de las paradas que realiza para hacer cambio de caballo, se encuentra con que quien regentea el pobre hostal que sirve de paradero de caballos, se encuentra con la mujer más bella que hubiese visto antes; claro que también tiene un amor en la aristocracia que, convenientemente, le ha regalado una cruz de plata.
El tiempo no es favorable para el viaje y pierde el barco tan importante tomar para cumplir la misión asignada.
Los detalles de lo que ocurre mientras espera a que un nuevo navío lo lleve a su destino, es contada en el resto del cuento: la pérdida del amor y la llegada de un pariente de la familia que era esperada y a la vez temida; la perdida de los más pequeños de la familia; la salida forzada del núcleo familiar; la gestión diplomática encomendada; el regreso por el mismo camino; la persecución y el salvar la vida por poco.

07. James Malcolm Rymer. Varney, El vampiro (1847) (***)
Citas.
Del prólogo:
«Al margen de sus virtudes literarias, Varney the Vampire or the Feast of Blood es una pieza fundamental en el desarrollo del cuento de vampiros. Rymer enriquece el argumento de Polidori incluyendo muchos nuevos motivos que con el tiempo se harán clásicos y dejarán una huella notoria en Drácula. El extracto escogido para esta antología, aunque breve, logra alcanzar uno de los climas morbosos más conseguidos que tiene la novela. Son las primeras imágenes literarias del ritual vampírico; las más frescas y sabrosas, aunque el cine las haya convertido más tarde en el tópico más gastado.»

«Hay una figura alta, de pie en el saliente de la ventana. Son sus uñas las que producen ese ruido como de granizo en los cristales, ahora que el granizo ha dejado de caer. Un terror intenso paraliza los miembros de la hermosa joven. Ese único chillido es cuanto puede proferir: con las manos juntas, el rostro blanco como el mármol, el corazón latiéndole con tal violencia en el pecho que a cada instante parece que va a romper sus confines, los ojos dilatados y fijos en la ventana, espera paralizada de horror.»

Este es y con mucho, el cuento con el vampiro más representativo que te vas a encontrar: es el muerto con alcurnia, que viene de un lejano país y que se encuentra visitando las principales sociedades europeas con el fin de llevar el conocimiento nuevo a la lejana región de la cual proviene.
Los sorpresivos asaltos a los mujeres son detallados y llenas de erotismo.

08. Las metamorfosis del vampiro. Charles Baudelaire (1857) (***)
Estamos ante un poema, que nos habla sobre un vampiro femme fatale.
Poco se puede decir, al estar en verso, cualquier fragmento puede decir poco, es necesario que lo leas de principio a fin.
Se agradece que se encuentre la versión en francés, para más adelante tenerlo en español.

09. Carmilla. Joseph Sheridan le Fanu (1872) (**)
Citas:
«Entonces nos describió a una espantosa mujer vestida de negro, con una especie de turbante de color en la cabeza, que estuvo todo el tiempo mirando por la ventanilla del coche, haciendo muecas y riéndose burlonamente de las damas. Sus ojos, muy brillantes, parecían salírsele de las órbitas, y enseñaba los dientes como si estuviera hecha una furia.»

«—Hay un cuadro que todavía no he visto — dijo mi padre —. En una esquina, en la parte superior, me parece leer el nombre de «Marcia Karnstein» y la fecha de «1698». Tengo curiosidad por ver cómo ha quedado.»

Con mucho, uno de los cuentos más detallados y largos sobre vampiros femeninos que realizan su ataque al amparo de la protección de la familia que ha resguardado a la «victima» de los intemperies del tiempo y la falta de recursos para sobrevivir por si sola.
Como cuento deja un par de huecos sin explicar con el suficiente detalle para darnos una idea que lo que se mueve alrededor del vampiro. Las pistas para identificar al depredador no están bien ocultas, van cayendo poco a poco por boca de los protagonistas y el misterio se revela incluso antes de que como lector te puedas preguntar que oculta la pequeña, delgada y blanquecina visita.
Eso sí, debido a que la depredadora representa una edad muy joven y la protagonista anda por las mismas, hay varias escenas de erotismo lésbico, que la hija del dueño aún no define como atracción sexual, si no de profunda amistad y preocupación mutua.
Es debido al pensamiento sagaz y oportuno del padre que la historia tomara velocidad para llegar al final.

10. El misterio de Ken. Julian Hawthorne (1888) (***)
Citas:
«Era un joven de talante optimista, activo y sociable, de espíritu brillante y polifacético, y contaba con unos ingresos que oscilaban entre doce y quince mil dólares anuales; sabía cantar, actuar, emborronar cuartillas y pintar con destreza, y algunas de sus cabezas y escorzos estaban francamente bien ejecutados, habida cuenta de que carecía de preparación artística normal; pero no era trabajador. Físicamente, era guapo, de buena estatura y figura, sano y activo, tenía una frente notablemente hermosa, y unos ojos claros y francos.»

Ken es una de esas personas que estás dispuesto a invitar a tus reuniones, que te dan ganas de presentarlo al resto de tus amigos o bien de ver de manera frecuente: parece ser que siempre tiene algo que contar.
Es del regreso de uno de sus viajes «mochileros» a Irlanda, donde las cosas cambian. Se muestra huraño y seco en sus respuestas; la mayor parte del tiempo se encuentra encerrado en su estudio y ha roto un compromiso matrimonial y solo él sabe porque.
Antes de irse, su mejor amigo, que por cierto es el narrador, le ha regalado un banjo de indiscutible calidad y por lo tanto, de armonioso sonido.
Y es en una de esas reuniones que se realizan sin consentimiento previo, solo por el gusto de estar juntos, cuando el que ha regresado  de su viaje nos cuenta con lujo de detalles.
Queda como mal recuerdo y prueba fiel de que ha salvado la vida por poco, el banjo que ha realizado un viaje en el tiempo, doscientos años atrás, para regresar en las peores condiciones posibles.

11. El invitado de Drácula. Bram Stoker (1890)(***)
Citas:
«Aquí prorrumpió en una larga retahíla en alemán e inglés tan embarullada que no entendí qué decía exactamente, aunque deduje más o menos que hacía mucho tiempo, cientos de años, había muerto gente allí, ahora enterrada en aquel lugar; que se habían oído ruidos bajo tierra, y que al abrir las tumbas se descubrió que los hombres y mujeres allí sepultados estaban sonrosados como los vivos, y con la boca roja de sangre.»

Más interesante que la historia, es el detalle de la vida del escritor que aparece en el prólogo.
Esta es la narración de un inglés que se encuentra en tierras alemanas para cerrar un negocio de compra venta con un antiguo y parece ser, rancio aristócrata.
Todo comienza cuando el dueño del hotel donde se hospeda el independiente y necio inglés se propone darle una vuelta por los principales sitios de interés histórico de la ciudad, a pesar de que el cochero le dice que recuerde la noche que es (la noche del Walpurgi), poco puede hacer antes de que tome la iniciativa de regresar al hotel por su propio pie y sin importar el tiempo que le lleva. ¡Faltaba más!
Es hasta que se da cuenta que el tiempo (que se acerca una ventisca que puede convertirse en una fuerte nevada) y el tiempo (se acerca la noche de manera vertiginosa) no están a su favor, cuando comienza a preocuparse y busca refugio.
El único lugar «seguro» es una antigua cripta que está apenas a unos pasos de dónde camina en ese momento y que guarda a un inesperado huésped.

Luces estrobo en mi cabeza.
Serie Drácula (Gatiss, 2020). La más reciente de construcción del personaje.


12. El beso de Judas. X. L. (1894)(*)

Citas:
«¡Ah! Cayó la seda, y a la luz de la luna vio al fin Rowan lo que ya había adivinado: el hocico puntiagudo de un enorme hurón. Y abajo, muy abajo, moviéndose nerviosamente, el horror viscoso y húmedo de una boca pequeña y casi redonda, pero sin labios, de la que brotaba el ronco y atropellado siseo, las palabras ceceantes de odio y amenaza.»

Nuestro protagonista es un militar de edad pero bien conservado, sus fuerzas están íntegras y tiene un confianza en sí mismo que raya en la prepotencia.
En un viaje se encuentra con la desagradable presencia de un ser que a pesar del calor reinante se cubre la cara con una seda que le llegas al nivel de los ojos y que además está sucia.
Está presencia será constante durante el resto de la historia y será el motivo por que se pueda hacer una apuesta al más puro nivel de borrachos de cantina.
La apuesta es de doscientos mil francos (un fuerte cantidad de dinero) entre el anfitrión de la parada en turno y el veterano soldado. Una apuesta en la que nadie prevé que habrá un jugador extra que hará que la balanza del reto se incline por uno de los dos participantes.
Pero no todo es acerca de dinero, también hay un componente sobrenatural que cubre la historia y que será parte importante del desenlace.
Es la historia más aburrida de toda la compilación. El autor le dedica no una, ni dos ni tres páginas a los detalles, que son explicados una y otra vez, quienes son los participantes y que motiva a cada uno para ganar esa importante suma de dinero. Amén de los infinitos detalles que los participantes hacen para asegurarse de que el otro no hará trampas.
¿Hay vampiros? Si, los hay. Pero su aparición y participación en la historia son fugaces y contundentes: se lleva una vida y desaparece como por arte de magia.

13. La tumba de Sarah. F. G. Loring (1900) (***)
Citas:
«Grant dice que existe una leyenda en la vecindad según la cual se trataría de la tumba del último descendiente de los Kenyon, la malvada condesa Sarah, que fue asesinada en 1630. La condesa vivió completamente sola en el viejo castillo, cuyas ruinas todavía se conservan a tres millas de aquí en el camino a Bristol. Su reputación fue funesta incluso para aquellos tiempos. Fue una especie de bruja o virago, que vivía sola con la única compañía de un demonio familiar en forma de descomunal lobo asiático. Esta criatura, según decían, se apoderaba de niños, o, a falta de ellos, ovejas y otros animales pequeños, y los llevaba al castillo, donde la condesa solía sorberles la sangre.»

Un ingeniero y su equipo de trabajo llegan a unas antiguas ruinas de una iglesia. Tienen el cometido de mover las piedras originales de lugar para poder realizarla una restauración a fondo.
Se encuentran con una tumba bien conservada y se aprestan a moverla lo más pronto posible.
La descripción nos muestra un gran bloque con una tapa pesada y que por facilidad para realizar el trabajo, se quita. Nada más abrirla, el olor que despide indica que algo (o alguien) está ahí y que a pesar del tiempo pasado continua descomponiéndose.
A partir de este momento, la lectura nos lleva de la mano por el pueblo, sus habitantes y las perdidas misteriosas de ganado, la decisión del ingeniero de saber qué diablos está pasando y la solicitud de ayuda al párroco del pueblo para detener lo que nunca debió de haber salido de la tumba.
El último capítulo describe está batalla y el resultado.

14. El almohadón de plumas. Horacio Quiroga(1907)(****)
Citas:
«Alicia fue extinguiéndose en subdelirio de anemia, agravado de tarde, pero que remitía siempre en las primeras horas. Durante el día no avanzaba su enfermedad, pero cada mañana amanecía lívida, en síncope casi. Parecía que únicamente de noche se le fuera la vida en nuevas oleadas de sangre. Tenía siempre al despertar la sensación de estar desplomada en la cama con un millón de kilos encima. Desde el tercer día este hundimiento no la abandonó más. Apenas podía mover la cabeza. No quiso que le tocaran la cama, ni aun que le arreglaran el almohadón. Sus terrores crepusculares avanzaban ahora en forma de monstruos que se arrastraban hasta la cama, y trepaban dificultosamente por la colcha.»

Este es mi primer encuentro con Quiroga y el resultado merece llevarse cuatro estrellas.
El prólogo dedica una gran cantidad de letras a la vida del escritor, su época y sus tristezas.

Un joven matrimonio propio de la época: él, taciturno y de pocas palabras, pero siempre atento a las necesidad de su esposa; ella, en espera de la caricia que le indique que es importante para su marido.
El golpe llega sin avisar (no podría ser de otra manera) y de un día para otro, la salud de Alicia se ve afectada sin que sea posible encontrar el motivo de tal desmejora.
El sentimiento de inutilidad para resolver es claramente descrito mientras las páginas corren hacia el fatal desenlace.
La sorpresa, la repulsión y el asco atacan cuando se encuentra al responsable.

15. Pues la sangre es vida. Francis Marion Crawford (1911) (**).
Citas:
«La verdad es que todas las aldeanas estaban enamoradas de Ángelo, y entre las restantes una criatura salvaje y bien parecida llamada Cristina, la muchacha más parecida a una gitana que yo jamás haya visto por estos lugares. Tenía los labios muy rojos y los ojos muy negros, era bien proporcionada como un galgo, y poseía una lengua diabólica. Pero a Ángelo no le importaba un comino. Era un chico más bien candoroso, completamente distinto a ese viejo bribón de su padre, y en circunstancias que yo calificaría de normales, creo de verdad que nunca habría mirado a una muchacha que no fuera la simpática y regordeta criatura, de rica dote, que su padre quería hacerle desposar.»

La atalaya desde donde se cuenta está historia es un viejo faro que un joven rico ha decidido utilizar para realizar sus actividades artísticas. En una visita relámpago, un amigo con los mismo gustos que él, ve a lo lejos un montículo que el agua del mar baña de manera frecuente y que, quizás por un espejismo creado por el sol y la combinación del agua a una determinada hora hacen parecer que alguien está descansando sobre de él.
La curiosidad hace que el visitante al faro se mueva, mientras el anfitrión lo ve alejarse. Cuando el primero nada encuentra, el segundo logra ver como una ligera «gasa de niebla» estira sus brazos para tratar de alcanzar al visitante. Poca cosa más.
Es en el regreso al faro, cuanto la explicación de la existencia de este montículo se explica.
De lectura ligera y entretenida, la vampiresa adquiere su maldición de la manera más pintoresca posible.

16. La habitación de la Torre. Edward Frederick Benson (1912) (***)
Citas:
«Representaba a la señora Stone, tal como yo la había visto por última vez en mis sueños: anciana, marchita y con el pelo blanco. Mas, a pesar de la evidente debilidad de su cuerpo, aquella envoltura de carne dejaba traslucir una horrible exuberancia, completamente maligna, y una espantosa vitalidad de la que rezumaba el más inimaginable de los males. Sus impúdicos ojos entornados irradiaban el mal, el cual asomaba, así mismo, en la sonrisa de su diabólica boca. Una misteriosa y horrible hilaridad se extendía por todo su rostro. Las manos, cruzadas sobre las rodillas, parecían estremecerse con un júbilo contenido e indecible. Entonces observe también que el cuadro estaba firmado en el ángulo inferior izquierdo. Y preguntándome quién podría ser el artista que lo pintó, me acerqué más y pude leer la siguiente inscripción: «Julia Stone, por Julia Stone».»

Esta historia se sumerge en los sueños del protagonista, dando como resultado una historia elaborada y entretenida, sorpresivamente agradable y con un final que podrá parecer improvisado, pero que en el conjunto ofrecen una historia digna de volver a ser leída.

Durante años el sueño se ha repetido una y otra vez.
Siempre la misma familia pero con sutiles cambios, como si el tiempo transcurrido y las constantes visitas en sueños fueran desgastando a los integrantes; una última frase dicha por la cabeza de familia al terminar la cena (o la comida, depende del sueño) que cae como una lápida en el corazón del protagonista: «Le he asignado la habitación de la Torre».
El camino suena familiar; una escalera recorrida infinidad de veces, revela pocos detalles que no se sepan, el pasillo hacia el mencionado cuarto; el cuarto en si mismo que contiene un amplio ventanal que muestra el patio de la casa...
La narración continua, sin llegar a ser repetitiva o cansina. Al contrario, logra crear una atmosfera de misterio y peligro de muerte en cada uno de los pasos que el protagonista da hacia el desenlace.
¿El vampiro? De presencia breve, es contundente, mortal pero no eficaz en su ataque.

Luces estrobo en mi cabeza.
No puedo dejar pasar la oportunidad de sugerirte algunas propuestas de vampiros que considero debes ver:

  • Miniserie Chapelwaite (King, 2021). El capitán Charles Boone hace que su familia de tres hijos se traslade a su antigua casa en un pueblo pequeño y aparentemente tranquilo de Preacher's Corners, Maine, tras la muerte de su mujer en el mar.
  • Miniserie Midnight Mass (Flanagan, 2021). Una comunidad al borde de la extinción y ávida de fe recibe la llegada de un carismático sacerdote, que trae consigo milagros, misterios y un renovado fervor religioso.
  • Película Blood Vessel (Dix, 2019). En algún lugar del Atlántico norte, a fines de 1945. Una balsa está a la deriva en el mar, y en ella, los sobrevivientes de un barco hospital torpedeado: sin comida, agua o refugio, todo parece perdido, hasta que un barreminas alemán abandonado se desplaza siniestramente hacia ellos, dándoles una última oportunidad de supervivencia.



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