The Changeling [Crítica | Película]

Título original
    The Changeling
Año
    1980
Duración
    109 min.
País
    Canadá Canadá
Dirección
    Peter Medak
Guion
    William Gray, Diana Maddox
Música
    Rick Wilkins
Fotografía
    John Coquillon
Reparto
    George C. Scott, Trish Van Devere, Melvyn Douglas, John Colicos, Jean Marsh, Barry Morse, Madeleine Thornton-Sherwood, Helen Burns, Ruth Springford
Productora
    Chessman Park Productions
Género
    Terror. Thriller | Sobrenatural. Casas encantadas. Fantasmas. Película de culto
Sinopsis
    John (George C. Scott) es un famoso compositor que acaba de perder a su familia de manera trágica y trata de superarlo marchándose a vivir desde Nueva York a una casa apacible y solitaria en Seattle. Sin embargo, al poco de tiempo de instalarse empiezan a suceder cosas extrañas... Hasta que un día descubre una habitación secreta ubicada al final de la escalera.

Está historia comienza y toma velocidad a partir de una tecla de piano que en el mundo real no tiene sonido, y que sin embargo hay una entidad que si tiene la capacidad de producir un acorde.


Lo bueno.
Solo se le dedican los minutos iniciales a la familia y la desgracia que se la quitó. Quizás, como dice él, eso le da la sensibilidad necesaria para hacer «contacto».
A fuerza de pensar que se trata de una película de casas encantadas, hay varios minutos en que se convierte en una trama policiaca, en la que por cierto, no es nada difícil juntar las piezas y esclarecer quién y por qué pasa lo que pasa en la casa a pesar de haber transcurrido ya muchos, muchos años. Gracias a esta brevedad es que sigues en el plano de los fantasmas.

Lo mejor.
Las actuaciones de los principales. Todos tienen su momento y lo saben aprovechar: la médium, que actuación, (vaya que) si le creí que estuviera en contacto con lo que se supone que habita en la casas; John (George C. Scott) sabe cargar sobre sus hombros en peso de la historia que no es menor y finalmente Claire (Trish Van Devere) como el soporte moral de John y a quien solo le pude ver una sobre actuación que en nada afecta ni a la historia ni al personaje.
La persecución de la silla de ruedas a través de dos pisos con escaleras incluidas. Memorable.
La casa. Siendo de principios del siglo pasado (1900) es de las casas que tiene habitaciones dentro de habitaciones, incluso hay una escena donde se despeja el espacio para abrir una puerta que es paralela a otra que está a su lado y que llevan a lugares distintos.
La fotografía. Una constante dentro de la mansión son los lugares a oscuras o en tinieblas (donde está la silla de ruedas, por ejemplo); pero hay otras con una gran iluminación y presencia agradable (como el estudio de trabajo del músico). Cuentas con una escena donde se usa la perspectiva con el punto de fuga en la parte inferior central: es como si la entidad estuviera viendo desde las alturas a los protagonistas.


Lo malo.
Dejo este espacio vacío.

Quizás...
Solo para redondear la historia y queriendo hacer un ejercicio mental:
Si Josepth tiene esa capacidad para hacer que las cosas pasen a una distancia enorme de la casa original, por ejemplo, recuperar la pelota de la hija que se arrojó en un río o bien afectar el auto de un policía ¿por qué su padre, que ya murió, no tiene una injerencia directa en la historia? Finalmente, es una parte importante de ella. O bien, alguien de la familia de John, que en cualquiera de los dos casos, ya no están con él.
¿Qué paso por la mente de John al ver que el senador entraba en la casa y al mismo tiempo se perdía en su oficina a varios kilómetros de distancia?


Valor 5 de 5
Imperdible y clasifícala como película de culto.