viernes, 19 de febrero de 2021

Horror [Reseña | Libro]

 Horror
Varios Autores.
Serie Gran Super Terror I.
Martínez Roca.
1983.
350 páginas.



Sinopsis
Esta es la primera vez que se reúnen en un solo volumen los autores más brillantes de la literatura de terror actual. Charles L. Grant, compilador de la antología, es el mejor especialista en trabajos de selección dentro de este género. En este caso ha agrupado con singular talento las narraciones más representativas que era posible ofrecer al lector exigente, y el resultado ha sido una obra maestra que no debe faltar en ninguna biblioteca. Con un mérito adicional: muchos de estos relatos han sido escritos especialmente para el presente volumen.

Con (*) señalo aquellos cuentos que me han parecido lo mejor del tomo.

Contenido:
— Algo repelente («Something Nasty»), William F. Nolan.
Cita: «—Las cosas son reales cuando la gente cree en ellas. —Encendió un largo cigarrillo negro, aspiró el humo y lo expulsó con lentitud—. ¿Has oído hablar del vudú, Janey?»

Hay adultos que disfrutan haciendo sentir incomodos a los niños. ¿Qué pasa cuando un grupo de niños logran incomodar a un adulto? El precio a pagar es alto.
Muy parecido a El gusano conquistador.

— El patio trasero de Canavan («Canavan's Back Yard»), Joseph Payne Brennan. (*)
Cita: «Canavan incluso tenía la apariencia de un vendedor de libros antiguos…, o la caricatura popular de uno de ellos. Era menudo de cuerpo, un poco encorvado, y sus ojos azules observaban detrás de unos arcaicos anteojos con bordes de acero y rectos cristales.»

Una casa destartalada y vieja con una cocina que da a un patio y con un único habitante agradable, aficionado a los libros y al the caliente. Un final donde lo mejor que puedes hacer es salir corriendo de esta casa, llegar a la tuya y cerrar con llave.


— El gusano conquistador («The Conqueror Worm»), Stephen R. Donaldson
Es la narración que menos me ha gustado.
Una pareja con problemas, uno de ellos con mal carácter y serios problemas de alcoholismo, el otro, llegando al límite de la paciencia.
Y en medio de los dos, un insecto que sabe ocultarse y con las peores intenciones.
El final, lleno de sangre. Muy parecido a Algo repelente.

— ¡Muerte al Conejito de Pascua! («Death To The Easter Bunny!»), Alan Ryan.

Citas:
«Todo es muy raro. Al fin y al cabo, los cuatro somos personas normales, como todo el mundo. No somos extraños ni nada parecido, no pertenecemos a locas sectas religiosas, nos importa un bledo la astrología, el tarot y esa clase de cosas, las locuras y las extravagancias. Los cuatro somos inteligentes, supongo, y estamos bastante bien educados, pero todo ello redunda ciertamente en favor nuestro. Como mínimo hace menos probable que el anciano pudiera habernos embaucado, tanto entonces como ahora.»

Visitar con tus amigos pueblos pintorescos pero escondidos en el mapa tiene sus consecuencias. Y si uno de los habitantes de este pueblo te explica con lujo de detalle que estamos en medio de una batalla de proporciones descomunales y estamos perdiendo, pues debes (debemos) tomar una decisión.
Me ha gustado el ambiente que el autor ha creado con los personajes principales y el relato, todo el tiempo estuve con la duda si esto es real o solo es un loco que cree lo que dice.

Luces estrobo en mi cabeza:
Libro American Gods de Neil Gaiman. Los dioses antiguos y nuevos, mano a mano, para por un vez de todas, saber quién se queda con la mente y el corazón de los «pobres» humanos.
La serie Equinox(2020).Hace 20 años, Astrid presenció la desaparición de un autobús lleno de estudiantes. Ahora, acaba de encontrarse con una de las víctimas y decide investigar qué pasó.

— El cuarto de goma («The Rubber Room»), Robert Bloch (*)
Citas:
«Explicó al abogado lo que todos sabían de él. Era un hombre decente, tenía trabajo fijo, pagaba sus facturas, no fumaba, no bebía, no era desordenado. Trabajador, responsable, pulcro, limpio, sin antecedentes policiales, no era un pendenciero. Mamá siempre se enorgullecía de su hijo y estaría orgullosa de él ese día si viviera aún. Él siempre se había preocupado por su madre, y al morir ella siguió preocupándose de la casa, la cuidó, se cuidó de él mismo tal como su madre le había enseñado. Así pues, ¿a qué venía tanto alboroto?»

¿Cómo sabe un loco que está loco? No lo sabe, y está convencido que tiene entre sus manos el poder de cambiar el curso de la historia, tenemos una trama interesante. La mayor parte de la narración es sobre lo que pasa por la mente del loco y qye está comentando con su abogado y cómo está narrado en tercera persona, aprovecha para describir con el más minimo detalle las caras de quienes están escuchando la historia.
El final es una clara muestra de que la vida (o la muerte) se encarga de cumplir tus peores miedos.

Luces estrobo en mi cabeza:
Bloch es el mejor en lo que hace y lo que hace no es agradable. Aquí te dejo la reseña de Psicosis.

— Petey («Petey»), T. E. D. Klein
Una de las narraciones más largas y también de las más aburridas. Para mi gusto tiene muchos detalles que no ayudan a crear tensión.
La compra de una casa enorme a cuatro horas de Nueva York, carreteras difíciles de transitar, un grupo de amigos (30, si me pides exactitud) y la pareja anfitriona se dedican a vagabundear por todos y cada uno de los cuartos que están llenos de juguetes, ropa y revistas de más de cien años de antigüedad. La comidilla del grupo de amigos es la manera como el dueño ha logrado hacerse de una mansión de esas características a un precio de risa.
Mientras, algo se mueve en la oscuridad de los bosques aledaños y busca el momento de atacar.
Las pistas de lo que se mueve en las sombras las da un juego de cartas de Tarot que por casualidad han sido abiertas.
Cierre con un final abierto.


— Destemple («Out of Sorts»), Bernard Taylor (*)
Una matrimonio con problemas, una rubia ojiazul en medio de los dos, suma una manera ingeniosa y efectiva de decirle adiós al problema: un cuarto en lo más recóndito de la casa, ventanas con barrotes y la puerta de roble con cerraduras reforzadas.

— El club del sol («The Sunshine Club»), Ramsey Campbell
La historia de un vampiro en el diván de un psicólogo que tiene como mascotas un par de arañas ansiosas de sangre. ¿Cuál es la solución para tu problema de identidad? Convive con gente como tú, con los mismos intereses y los mismos gustos, ve al Club del Sol.
Relato breve, sin pretensiones y ameno.

— Entre los muertos («Down Among The Dead Men»), Gardner Dozois y Jack Dann (*)
Otro vampiro otro escenario.
Segunda Guerra, en un campo de concentración del que no se da el nombre, por lo que podría ser cualquiera.
La descripción de los días interminables buscando llegar a la hora de dormir para olvidarse del mundo; esfuerzo vano y sin sentido porque los recuerdos impiden conciliar el sueño.
Un nuevo depredador busca en las barracas, el descubrimiento por parte de otro reo, la lucha interna y el final (que final); para darte cuenta que como quiera que sea, estas condenado.
Mientras las tropas rusas avanzan sin apenas oposición.

— El chino loco («The Crazy Chinaman»), John Coyne
El nombre ya te dice que las cosas se van a poner intensas y para mal.
Qué difícil es adaptarte a una nueva cultura y más cuando eres emigrante (en este caso asiático).
¿Y si esa cultura tiene una manera especial de causa sufrimiento, tanto físico como mental?

Luces estrobo en mi cabeza:
Película His House (2020). Una pareja de refugiados de Sudán, un país arrasado por la guerra, trata de sobrevivir en un pequeño pueblo de Inglaterra hasta que descubren que allí les aguarda un peligroso mal.

— Bebés grávidos («Gravid Babies»), Michael Bishop


grávido, da
Del lat. gravĭdus.
1. adj. Que tiene peso.
2. adj. Dicho de una mujer: preñada.
3. adj. poét. Cargado, lleno, abundante.

Esta lectura no es en serio. Un pueblo escondido y a punto de convertirse en fantasma. Lo único que lo impide es la existencia de un hospital de alta tecnología que trata la «enfermedad» de la licantropía de manera científica.
Los pacientes vienen de cualquier parte del mundo.
Las mordidas en las mujeres no las matan ni las convierten, pero si las dejan embarazadas, sin importar la edad.

Serie Hemlock Grove (2013).En la población de Hemlock Grove, Pennsylvania, aparece una joven asesinada cerca de la antigua fábrica de acero de la familia Godfrey. Los sospechosos del crimen son Peter, un chico gitano de 17 años que siempre elige el camino equivocado, y del cual se cree que puede ser un hombre lobo, y Roman, el arrogante hijo de los Godfrey, cuya hermana Shelley tiene una perturbadora deformidad, y cuya madre Olivia es una bella y controladora gran dama de Hemlock Grove.

— La silla («The Chair»), Dennis Etchison.
Esta narración no la clasificaría como de terror, se inclina más al thriller con algunas pequeñas marcas de cuento policiaco. Comienza en una silla que se encuentra a la mitad de un gran salón, en medio de una gran fiesta. El protagonista sin nombre ve a lo lejos, entre la multitud que baila, un rostro conocido que le trae recuerdos. Un antiguo interés amoroso.
Al seguirla, el narrador aprovecha para recrear el ambiente en su totalidad: las personas que «disfrutan» de la fiesta, el motivo de la misma, el lugar donde se encuentra el salón y finalmente, pone nombre y cara al protagonista  y la extraña relación hay con la «antigua» persona.
El dolor y el arrepentimiento por no haber actuado a tiempo son parte de la historia. El miedo solo aparece de manera breve cuando conoce al marido de su interés amoroso y una nueva silla en la que con engaños ha tomado asiento.
El regreso a la fiesta, dentro del taxi, bajo la lluvia provocan una nueva ola de dolor y coraje.

Luces estrobo.
La película L.A. Confidential (1997). Tres policías de Los Ángeles se ven envueltos en una intriga criminal que destapa los trapos sucios del Departamento.

— La máquina de escribir («The Typewriter»), David Morrell (*)
Citas:
«Cada vez que la arreglo, mi cabeza se queda vacía, sin palabras.»

Una vieja y absurdamente construida máquina de escribir le permiten a un mediocre escritor encontrar el camino para vivir de las letras.
Demás está decir que la luna de miel no dura mucho y el final, el final es lo que vale la pena de este fatídico viaje.

Luces estrobo.
Película El almuerzo desnudo (1991). Después del trágico accidente sufrido por su mujer, un escritor que cae en la adicción a ciertas drogas, empieza a sufrir horribles alucinaciones que lo transportan a un mundo de pesadilla absolutamente kafkiano

— Nunc Dimittis («Nunc Dimittis»), Tanith Lee. (*)
Una vieja vampiro le dice adiós a su antiguo y fiel sirviente. Sin resignación para dejar a su ama sola, se dedica en cuerpo y alma a encontrar a su sustituto, y lo encuentra en la figura de un vago que tiene la capacidad de hacer reír a la vieja princesa. El resto del cuento nos platica como el nuevo integrante va haciéndose un lugar, mientras el viejo mayordomo se pierde entre las sombras del castillo.
Te vas a enamorar de la escritura de Lee, lo interesante de este cuento no es el final si no el viaje que los tres emprenden, sin despedidas ni tristezas, solo la vida inmortal haciéndose un espacio en el mundo moderno.

— Pordioseros («Derelicts»), Steve Rasnic Tem

Un trabajador de la clase media va perdiendo el sentido del tiempo y el espacio, al mismo tiempo que los pordioseros de la ciudad parecen confundirlo con alguien más; que no identifica la casa donde vive, los vecinos se han ido y no supo en que momento, el vecindario cae rápidamente y de manera definitiva en el olvido de la ciudad.
Un viaje sin retorno al olvido comunal.

— En las tinieblas, ángeles («In Darkness, Angels»), Eric van Lustbader (*)
De nuevo los vampiros y su eterna lucha contra la vida eterna, donde un escritor busca respuesta a lo que debe ser y no es. Curiosamente, el viaje que el escritor emprende al castillo (la mitad de la narración me recordó el Drácula de Stoker) es de auto descubrimiento: sus miedos, ansias y temores que se ven reflejados en sus escritos.
Por cierto, sabe que se va a entrevistar con un vampiro y sabe que él tiene las respuestas a la vida eterna.
Cómo quien narra es un escritor profesional (vive de ello), hay varios fragmentos que son verdaderas joyas: cuando narra el encuentro, la despedida, la perdida, el reencuentro y la conversión: las dos caras de una misma moneda.


— Las flechas («The Arrows»), Chelsea Quinn Yarbro

Parece que ser artista (pintor, actor, escritor) está ligado a las desgracias. O por lo menos, eso es lo que puedo llegar a pensar después de acumular tres narraciones con personajes de este tipo.
Y en caso, un pintor que a pesar de sus esfuerzos sobrehumanos no logra hacer que su obra hable. Qué se represente lo que tiene en la cabeza mediante la pintura y el claro oscuro.
Hasta que decide cruzar el umbral del dolor para hacerse un espacio entre los mayores pintores de nuestra época.

— Talento («Talent»), Theodore Sturgeon (*)
TODOS tenemos un talento oculto que está esperando la oportunidad para salir a la luz y deslumbrar a todos los que nos rodean.
Los niños son crueles por naturaleza y... nada más que decir. Te invito a que leas al maestro Sturgeon para que este breve viaje te deje frío

— Siempre al corazón («Aim For The Heart»), Craig Shaw Gardner
La historia de un cazador de vampiros en su primera incursión al terreno de caza desconocido.
Si bien la intensión en buena, el final no es lo que merece este depredador. Podrías pasar de leerla.

— Nona («Nona»), Stephen King
Está narración ya te la había platicado antes, puedes verla en esta entrada.

Más información de este libro.




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